«El ministro Caputo es muy contemplativo. Yo quería poner la banda inferior a $900». La frase, pronunciada por un exultante presidente Javier Milei, refleja el tono de gesta que el Gobierno quiere darle a la salida del cepo cambiario para individuos.
También revela el enojo que tiene la gestión libertaria con los economistas y empresarios que vaticinaron una suba del dólar, a pesar de lo que afirmaban Milei y Caputo.
Malestar en el Gobierno por críticas de Cristina Kirchner y economistas
«Deberían pedir disculpas», dijo el ministro de Economía, luego de que periodistas alineados con el kirchnerismo y economistas críticos del modelo vaticinaban un salto de la divisa norteamericana.
Hasta la expresidenta Cristina Kirchner salió a torear a Milei y lo chicaneó: «Te mandaste una devaluación del 30%». «No entendés nada, le retrucó el presidente». Por ahora, el libertario va ganando la pulseada.
En realidad, a Milei y Caputo no les preocupan los dardos lanzados desde la oposición, sino que están molestos con el posicionamiento de algunos economistas como Carlos Melconian, quien sigue disparando contra el programa económico.
«Deberían pedir disculpas, o al menos callarse», es la lectura que sale de la Casa Rosada. «Son pifiadores seriales», dispara Milei. Sobre todo, hay molestia como Marina Dal Poggetto, quien tiene ascendencia sobre el mercado, por haberle bajado el precio a la salida del cepo cambiario, al sostener que el paso más importante aún no se dio, que es libertar el acceso al dólar para las grandes empresas.
El plan de Javier Milei y Luis Caputo para bajar el dólar a $1.000
El Gobierno está seguro de que el dólar unificado tocará el piso de la banda de flotación en el corto plazo y eso obligará al Banco Central a actuar a través de compras de divisas para alimentar las reservas y evitar una apreciación mayor del tipo de cambio.
En realidad, el BCRA ya empezó a operar en secreto para empujar esa baja: puso sobre la mesa una oferta de comprar de u$s500 millones a $1.000.
Pero lo curioso es que el lunes hubo otra oferta similar, de una entidad de primera línea, que ofreció comprar no ya u$s500 millones, sino u$s1.000 millones, al mismo precio.
El equipo económico ratificó que por los fundamentos del plan económico y el flujo de divisas esperado para estas semanas, en medio de la cosecha gruesa del agro y el posible ingreso de dólares financieros para invertir en activos en pesos, el dólar se irá con rapidez hacia el piso de la banda de flotación libre.
Estados Unidos mantiene su respaldo para con Argentina
Si algo le faltaba para robustecer su posición, llegó un fuerte respaldo de los Estados Unidos. El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, anunció que si la Argentina tuviese problemas financieros como consecuencia de las turbulencias en los mercados, la primera economía mundial le prestará plata.
Si hubiese movimientos disruptivos —como los que experimentaron los mercados globales desde que comenzó la guerra arancelaria— el Banco Central tendrá posibilidad de intervenir. Y si necesitara comprar para asegurarse el cumplimiento de metas de acumulación de reservas con el FMI, también podrá hacerlo.
Ahora, tiene una espalda cada vez más ancha para actuar sin problemas. Pero también se guarda otra carta para los casos en que tenga que manejar la liquidez de pesos del sistema y el tipo de cambio se encuentre dentro de la banda de flotación.
El esquema monetario acordado con el FMI le permitirá operar en el mercado secundario de pesos, a través de los bonos del Tesoro que están en poder del BCRA o bien cambiar las exigencias de encajes de depósitos a los bancos, otra medida habitual para restringir o ampliar la cantidad de dinero.
Por ahora, el BCRA está tanteando al mercado financiero ofreciendo operaciones audaces, como las de comprar ya dólares a $1.000.
El Gobierno celebró la caída del dólar unificado y asegura que es consecuencia del plan económico. «Dólar en $1.065 en este momento, por debajo del dólar oficial, previo a la salida del cepo. Habría que esperar una catarata de colegas y periodistas pidiendo disculpas por decirle a la gente que habíamos devaluado, pero seguramente no va a suceder. Una vez más, hicimos lo que dijimos que íbamos a hacer, y pasó lo que dijimos que iba a pasar», machacó Caputo.
Por su parte, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, reforzó: «Meses diciendo que cuando levantáramos el cepo lo haríamos de manera que sea no disruptiva porque los fundamentos macroeconómicos estaban y mandan. Argentina será próspera».
Fin del cepo: el Gobierno va por la recuperación económica
Cada vez más voces auguran un crecimiento de la Argentina, que ya traduce en números, con una recuperación del 5,7% en la actividad económica de febrero, según el INDEC.
La titular del FMI, Kristalina Georgieva, diferenció a la Argentina de las complicaciones que tendrá el mundo por la guerra de aranceles. Dijo que el país crecerá más del 5%.
Por su parte, la influyente banquera Ana Botín, del banco Santander, destacó que la Argentina «ahora está en posición de ser uno de los motores de América Latina, algo que no hubiéramos imaginado poco tiempo atrás».
Y destacó en especial la decisión de permitir a las empresas del exterior que vuelvan a poder girar dividendos, algo que tras el levantamiento del cepo será posible a partir de 2026.
En este escenario positivo, el equipo económico redobla la apuesta por el fortalecimiento del peso y refuerza su mensaje con las señales que envía al mundo financiero.
Con incentivos para el ingreso de fondos del exterior, mejores tasas de interés para inversiones en pesos que alimentan el carry trade y advertencias por aumentos de retenciones en el segundo semestre, espera una mayor oferta de dólares que lleve su cotización al piso de la banda de flotación.
En este escenario, llamó la atención la oferta que apareció en las pantallas del mercado financiero de comprar u$s500 millones a una cotización de $999,50, cuando en ese momento el dólar mayorista oficial operaba en $1.084. Los operadores apuntaron al Banco Central.
El lunes se había registrado un movimiento similar, con una oferta de u$s1.000 millones a $1.000, que en el mercado atribuían al Banco Central (desde la entidad monetaria desmienten haber sido ellos los responsables de esa oferta). Como en el mercado no se consigna quién realiza cada operación, los agentes financieros especulaban con una movida oficial, pero luego confirmaron que se trata de una entidad financiera privada.
Analistas dijeron que lo llamativo es que se proponen operaciones de compra con valores cercanos al piso de la banda cambiaria (hoy rondaría los $997 por dólar), cuando el tipo de cambio mayorista es mayor, y opera a casi 10% por encima de esos valores.
En el mercado atribuyen estas estrategias a movimientos especuladores y maniobras que apuestan a una apreciación del peso para materializar ganancias de quienes apostaron por inversiones en moneda local.
En el mercado analizan que si hay alguien busca hacer tasa en pesos, lo mejor que le puede ocurrir es que la moneda local se aprecie y operar en consecuencia.
La suba en la tasa de interés en pesos, la advertencia por subas de retenciones a agroexportadores y las nuevas regulaciones para el acceso al mercado de cambios para fondos del exterior son claves que explican la dinámica impulsada desde el gobierno.
En este escenario, el Banco Central reveló que este martes no intervino en el mercado de cambios, mientras que las reservas quedaron en u$s38.846 millones.
Por otra parte, se mira con atención cómo se desenvuelve el sector agroexportador. Por ahora, la liquidación de divisas no da un salto fuerte.
El lunes hubo muy poca liquidación, por unos u$s74 millones. Pero en el Gobierno dicen que la liquidación fuerte llegará en mayo y junio. A fines de junio, se termina la rebaja de retenciones.