El arquitecto Carlos Alabe, presidente de la Fundación Ciudad Limpia (FCL), retomó su histórica cruzada solidaria para construir la Casa de los Chaqueños en Buenos Aires, un proyecto destinado a brindar alojamiento y contención a pacientes y familiares que deben trasladarse a la capital del país por motivos de salud.
En declaraciones a Radio Natagalá, Alabe se refirió a la campaña solidaria que se realizará hoy en el marco de las elecciones provinciales.
En una actividad autorizada por el Tribunal Electoral, Voluntarios de Ciudad Limpia estarán presentes con urnas en diez escuelas céntricas de Resistencia entre ellas las escuelas 1, 2, 26, 41; el Colegio Nacional, el Normal, Don Bosco y la Comercio para recaudar fondos.
La colecta se hará tanto a través de las urnas como mediante transferencias online Alias: casachacobsas Titular: Fundación Ciudad Limpia.
Se trata de una iniciativa que busca consolidarse a partir del impulso colectivo y la articulación con empresas y ciudadanos solidarios. Según explicó Alabe, el costo estimado para finalizar la obra asciende a USD2.5 millones, aunque, gracias a gestiones previas, se podría reducir significativamente ese monto.
«Con el sistema que nosotros tenemos, tal vez necesitemos la mitad de eso, porque tenemos muchas puertas abiertas», afirmó Alabe en una entrevista reciente.
La propiedad en Buenos Aires ya fue adquirida, con un costo superior al medio millón de dólares, y se encuentra en condiciones de comenzar la obra. No es la primera vez que la Fundación Ciudad Limpia encabeza proyectos de gran envergadura.
Según detalló el arquitecto, la Casa Garrahan costó cerca de USD7 millones y el Centro de Enfermedades Raras, otros USD2.5 millones, todos financiados a través de campañas solidarias.
«Ya estamos pasando los USD10 millones en obras que generó Ciudad Limpia y que van a quedar para la gente. Porque yo un día pienso morirme, pero quiero dejar todo eso hecho», sostuvo Alabe.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. En algún momento, incluso, evaluó la posibilidad de vender el terreno ante la falta de acompañamiento institucional y social.
«Lo dije en la cena de Creo, en febrero, Día de las Enfermedades Raras. Agradecía a la gente que ayudó siempre, pero me salió decir que estaba pensando en venderlo. Sentía que no encontraba el apoyo necesario, como si fuera un capricho mío… y no lo es: es una necesidad de todos», expresó.
Alabe remarcó que cualquier chaqueño podría necesitar esa casa en un momento crítico de su vida. «Vi gente empobrecerse por tener un hijo enfermo. Vender la lancha, el auto, hipotecar la casa. Yo haría lo mismo. Por eso esta casa es tan importante», advirtió.
Frente al desánimo, hubo un giro. El relanzamiento de la campaña ya comenzó a mostrar resultados concretos. «Largamos el alias y ya empezaron a depositar. Eso es lo bueno. La gente común tiene interés. Me dicen: ‘no tires la toalla, vos no sos de abandonar’. Y es cierto, yo no soy de abandonar», aseveró.
Alabe también reflexionó sobre el origen de su compromiso ciudadano. Recordó que, años atrás, una charla lo marcó profundamente: «Me pregunté si era un habitante o un ciudadano. Y entendí que debía mover el traste para que esto esté mejor. Empezamos limpiando la ciudad los sábados con unos amigos, y eso fue creciendo. Mejoramos plazas, avenidas, aparecieron los chicos de la calle, que nos dieron un empujón enorme».
Esa energía ciudadana, explicó, permitió generar una sinergia con empresas, voluntarios y la sociedad civil. «Estamos hablando de USD10 millones en obras que se lograron sin tener esa plata, sólo con trabajo y compromiso. Y lo más importante: esas obras van a quedar», remarcó.
La campaña por la Casa de los Chaqueños continúa, ahora con el objetivo renovado de sumar voluntades y recursos. La Fundación Ciudad Limpia ya puso a disposición los medios para realizar donaciones, y Alabe convocó a toda la comunidad a no dejar pasar esta oportunidad.
«Esta casa no es para mí, es para todos. En cualquier momento cualquiera puede necesitarla. Ahora depende de nosotros», concluyó.