En esta oportunidad, el periodista y escritor junto a la familia Molfino-Amarilla, expondrán el relato y los horrores aún ocultos de una operación internacional – una más de las tantas – hecha por represores del Ejército, que empezó en Lima y finalizó trágicamente en Madrid.
Breve adelanto de Salvate vos, el libro de Juan Carrá que indaga en la desaparición y muerte de Noemí Esther Giannetti de Molfino durante la dictadura.
”Un cuerpo. Un cuerpo de mujer. Un cuerpo de mujer en una cama de hotel. Es una mujer de unos 50 años. Una mujer que nadie recordará haber visto entrar a esta suite de tres estrellas, el apartamento 604 del condominio Muralto, en la calle Tutor esquina Buen Suceso de Madrid, España.
Está acostada boca arriba y parece que duerme, apacible.
Solo lleva puesta la ropa interior. La habitación hierve por el calor del verano europeo. El aire acondicionado funciona perfectamente, pero está apagado. No se entiende por qué una sábana y una manta le cubren el cuerpo hasta el cuello.
La ropa – una falda marrón, una blusa beige y un pulóver de lana blanca – está recién lavada y doblada con prolijidad sobre la cama, al lado de las piernas.
En la habitación, además de la mujer, hay un bolso beige con prendas de invierno y cosméticos. Todo comprado en la Argentina. Todo sin usar. Es coqueta la señora. El pelo mantiene su forma armada con espray, aunque esté acostada.
También hay un cenicero con colillas y un juguete para un bebé: un pájaro azul en una caja que tiene inscripciones en francés y en inglés. Es de una marca importada, típico de cualquier freeshop. De la caja sobresale una correa. Si alguien tirara de ella, una música de cuna llenaría el silencio.
Pero nadie juega con ese pájaro azul, nadie jugará con él nunca. El calor es insoportable y ya hay algo de olor. ¿Por qué la mujer no prendió el aire antes de acostarse?
Ni el calor ni el olor podrían molestarle ahora, que boca arriba parece descansar sin preocupaciones. Ni siquiera se le nota en el cuerpo el movimiento de la respiración. Ni un ronquido se le escapa, a pesar de que está boca arriba.
Pero eso puede ser el resultado del sueño pesado de los somníferos: junto a ella, sobre la cama, además de la ropa perfectamente doblada, hay tres pastillas de Rohypnol de dos miligramos.
¿Cuántas tomó? Imposible saberlo. Pero sí que los dos miligramos de una sola pastilla son una dosis demasiado alta para alguien que solo pretende descansar. Por eso nadie podría despertarla si es que efectivamente estuviera dormida.
El personal del apart suites tampoco intentaría hacerlo. No se animaría a perturbar el sueño de una huésped, más si en el picaporte de su puerta cuelga el cartel que pide no molestar.
Es el domingo 20 de julio de 1980 y a pesar de que ya es casi mediodía, nadie del apartamento 604 llamó a la recepción para pedir el desayuno. Nadie. Porque la única persona que queda allí parece estar durmiendo todavía.
Es una mujer que podría llamarse María del Carmen Salcedo, María del Carmen Sáenz o Noemí Esther Giannetti de Molfino. Los documentos con esos nombres que hay en la habitación tienen su foto.
También hay un pasaje de la aerolínea Iberia, origen Madrid, destino París, emitido a nombre de María del Carmen Sáenz. La fecha del vuelo es este mismo viernes. Si la mujer no despierta podría perderlo.
Pero en ella no se nota esa premura de quien aguarda el momento de trámites y visados. Podría pensarse que la mujer necesita descansar después de muchos viajes, por los sellos en los distintos pasaportes y también por el puñado de dinero de distintos países junto a los documentos: 155 soles peruanos, 20 pesos bolivianos, 3 colones de la república de El Salvador y 25 dólares estadounidenses.
¿María del Carmen —Salcedo o Sáenz— es en verdad María del Carmen o es Noemí Esther Giannetti de Molfino? ¿A qué se dedica? No cualquiera anda por el mundo sorteando fronteras con documentos falsos.
¿Está sola? ¿Dónde quedaron los dos hombres que la recogieron en el aeropuerto? ¿Dónde ese que se identificó ante el personal del apart hotel como Julio César Ramírez, supuesto hijo de la mujer? Por ahora no hay respuestas a estas preguntas. Solo una mujer que no despierta, en el apartamento 604”.