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Fundación CONIN: Se nos escapa la prevención de las manos

La Fundación CONIN Barranqueras cumplió 20 años de trabajo ininterrumpido en la atención y prevención de la desnutrición infantil, y lo conmemoró con la 12ª edición de su maratón solidaria, realizará el domingo 3 de agosto. El evento unirá las ciudades de Resistencia y Barranqueras y tiene como finalidad recaudar fondos para continuar con su misión.
En este sentido, la referente de la institución, Claudia Leguiza, en contacto con radio Libertad reveló que la situación es crítica, al advertir que actualmente el 100% de los niños y niñas en tratamiento presentan algún tipo de malnutrición, y que hay al menos dos casos graves entre los 30 atendidos mensualmente.
“Nosotros estamos viendo que seis de cada diez chicos tienen algún tipo de malnutrición. Eso no se ve a simple vista, pero cuando evaluás, medís, escuchás a esa madre y entendés cómo se alimentan, aparece la realidad”, aseguró Claudia Leguiza.
La situación se agrava por los costos de sostener el programa. Según detalló, la fundación requiere al menos 2,5 millones de pesos mensuales para pagar honorarios magros a su equipo de diez profesionales, además del personal de apoyo. “Estamos en 150 mil pesos por profesional, por 32 horas mensuales. Es poco, pero los que están lo hacen por compromiso con la causa”, remarcó.
Tras lo cual afirmó Se nos escapa a las manos la prevención porque no tenemos financiamiento para poder hacerlo. Estamos trabajando con la urgencia”.

El trabajo invisible
CONIN Barranqueras trabaja con familias en situación de vulnerabilidad y niños desde la gestación hasta los cuatro años. El abordaje es integral: incluye controles pediátricos, seguimiento nutricional, talleres de cocina saludable, estimulación temprana y acompañamiento psicosocial a las madres. “La nutricionista hace un trabajo profundo. No se trata sólo de pesar y medir, sino de entender cómo come esa familia y ayudar a mejorar”, explicó Leguiza.
Una de las tareas fundamentales es la entrega de leche instantánea y fórmulas especiales para bebés con bajo peso. Actualmente, se entregan al menos 120 cajas de 800 gramos por mes, lo que representa un gasto considerable: “Multipliquen por 6.000 pesos cada una y saquen la cuenta”, advirtió.
La fundación depende de aportes solidarios y de eventos como la maratón para recaudar lo mínimo necesario. “Todo lo que recaudamos, una vez cubiertos los gastos de organización, va al sostenimiento del centro. No recibimos financiamiento estable del Estado”, lamentó.

Se nos escapa la prevención
Hasta hace unos años, la Fundación incorporaba niños por su situación socioeconómica, anticipando un posible cuadro nutricional. Esa etapa, reconoció Leguiza, quedó atrás por falta de recursos. “Ya no podemos prevenir. Se nos escapa la prevención de las manos. No tenemos financiamiento para hacer ese trabajo de anticipación que tantas veces evitó que un niño llegue a la desnutrición”, indicó.
La frustración de dejar de lado el enfoque preventivo —eje de la metodología CONIN a nivel nacional— se transforma en una certeza dolorosa: si no se actúa a tiempo, las consecuencias se agravan. “El daño que se produce en esa etapa después es muy difícil de revertir. Es el momento donde todo se está formando, donde la estructura neurológica y física se está definiendo”, advirtió.

La malnutrición no se ve
Para Leguiza, el verdadero impacto del trabajo de CONIN no se mide sólo en kilos recuperados, sino en la posibilidad de revertir daños que afectan el desarrollo físico y cognitivo de los niños. “Trabajamos en una etapa de la vida que es determinante. Si no intervenimos ahí, después ya es tarde. La desnutrición se puede revertir si se actúa a tiempo”, afirmó.
En este sentido, destacó la importancia del taller de cocina: “No se trata de enseñar recetas, sino de mostrar cómo, con lo que tienen, las madres pueden lograr comidas más nutritivas. Esa es una de las herramientas más poderosas que tenemos”.
También valoró el rol de las maestras jardineras y estimuladoras tempranas que trabajan en la fundación: “Ellas detectan si hay un retraso en el desarrollo y derivan a tratamiento. Así evitamos secuelas mayores”.

Seis de cada diez malnutridos
Detrás de cada niño que llega a la Fundación CONIN Barranqueras hay una historia que refleja la fragilidad de la primera infancia en contextos de pobreza estructural.
La malnutrición que describió no siempre se traduce en delgadez extrema. Puede manifestarse también en obesidad causada por dietas pobres en nutrientes. “Hay mamás que dan arroz todos los días porque es lo único que pueden comprar. Y ese niño engorda, pero no se está nutriendo. Esa obesidad también es una forma de malnutrición”, explicó.
En el centro que coordina, todos los niños actualmente en tratamiento están afectados. “Hoy ya no tenemos chicos por prevención. Todos los que atendemos están malnutridos. Tienen bajo peso, obesidad por mala alimentación, o desnutrición en distintos niveles. Estamos atendiendo la urgencia, lo que ya estalló”, lamentó.“

La dimensión invisible
Leguiza subrayó que muchas veces esta problemática se ignora porque sus consecuencias no son inmediatas ni visibles en la superficie. “Hay una gravedad que no se nota enseguida. Un niño malnutrido no siempre va a una guardia. Pero cuando crezca, va a tener dificultades para aprender, para desarrollarse. Ahí va a explotar lo que no se resolvió en su infancia”, afirmó.
Por eso, insistió een que la sociedad necesita abrir los ojos y mirar con más atención. “No está lejos. No es una realidad que pasa en otro país. Está en nuestros barrios. A veces nos cuesta ver, o no queremos ver. Pero está ahí”, dijo.

Un esfuerzo contra la desidia
Pese a las dificultades, la Fundación continúa funcionando gracias a un equipo que, según Leguiza, “da mucho más de lo que recibe”. Actualmente trabajan diez profesionales: nutricionistas, pediatras, maestras jardineras, estimuladoras tempranas, psicopedagogas y personal administrativo. Todos, aclaró, con sueldos bajísimos.“
Estamos pagando 150 mil pesos mensuales por 32 horas. Yo sé que nadie querría ir a Barranqueras a trabajar por eso. Pero ellos lo hacen porque creen en lo que estamos haciendo. Porque ven los resultados”, señaló.“Ese compromiso es lo que sostiene el funcionamiento de la institución. “No tenemos un presupuesto fijo del Estado. Dependemos de la solidaridad, de lo que se recauda en eventos, de quienes hacen una transferencia de mil pesos por mes. Cada ayuda cuenta. Porque, con voluntad sola, no se paga la leche, no se cubren los honorarios, no se mantienen las instalaciones”, describió.
Para Leguiza, el desconocimiento sobre la importancia de la primera infancia es una de las barreras más difíciles de romper. “Invito a todos a que pongan en Google ‘primera infancia’. Que lean un poco. Que se informen. Porque cuando uno entiende lo que pasa en esa etapa, se da cuenta de por qué hay que actuar ahora y no después”, expresó.

Maratón Conin: Correr contra el hambre

La Fundación CONIN Barranqueras realizará mañana, domingo 3 de agosto una nueva edición de su maratón solidaria. Será la número doce desde que comenzaron con este evento, que une el deporte con la acción social. La largada está prevista para las 9 de la mañana, y el punto de concentración será en la Plaza Belgrano de Resistencia, ubicada sobre la calle Paraguay, entre French y López y Planes.
El circuito contará con tres recorridos: uno de 13 kilómetros, otro de 5 kilómetros y una opción participativa de 2 kilómetros, pensada para quienes deseen sumarse en familia o sin fines competitivos. Las distancias de 5 y 13 kilómetros serán cronometradas y divididas por categorías cada cinco años, con premios y medallas finisher para todos los participantes. Una de las novedades destacadas es la participación libre y gratuita para personas con discapacidad, quienes podrán inscribirse hasta el mismo día del evento. “Hace dos años que abrimos este espacio de inclusión. Queremos que todas las personas se sientan parte de esta gran familia que somos”, expresó Claudia Leguiza.
La maratón se realiza con el objetivo de recaudar fondos para sostener el funcionamiento del centro CONIN Barranqueras, que trabaja con niños y niñas en situación de malnutrición. “Es más que una carrera. Es una manera de colaborar con la infancia, de visibilizar una realidad que muchas veces se esconde”, agregó la referente.Quienes deseen colaborar o participar pueden comunicarse al 3624 659776 o a través de las redes sociales de la fundación, en Instagram como @coninbarranqueras o en Facebook como Amigos Conín Chaco.

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