Durante octubre, se comercializó la mitad de soja que en septiembre. Con lo liquidado durante el último mes, el sector solamente aportaría hasta fin de año menos de 3000 millones de dólares.
La soja ya no es lo que era. Al menos, en su aporte de divisas mensual luego del fenomenal negocio pergeñado entre las agroexportadoras y la administración de Javier Milei con la baja temporal de las retenciones. Durante octubre, el sector liquidó aproximadamente 1100 millones de dólares, según indicaron a El Destape desde la CIARA CEC, Cámara que reúne a las exportadoras.
De acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, hasta diciembre solamente restarían menos de 3000 millones de liquidación. Pero a las cerealeras no les importa; el negocio ya lo hicieron. Para el Gobierno, la sostenibilidad de su esquema cambiario dependerá, exclusivamente, de su vasallaje hacia el Tesoro de los Estados Unidos.
De acuerdo al informe previamente mencionado, entre octubre y diciembre de este año el sector agroexportador aportaría nada más que 3900 millones de dólares; lejos, muy lejos de los 7100 millones ofrecidos durante la implementación del neo dólar soja (operación que se encuentra bajo investigación de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas por el posible desfalco coordinado a las arcas públicas).
Según indicaron desde la CIARA CEC, durante octubre se liquidaron cerca de 1100 millones de dólares (el próximo lunes publicarán el dato oficial); por ende, quedarían 2800 millones de dólares hasta el cierre del año. Las cerealeras ya hicieron su fenomenal negocio, al igual que el tándem Caputo-Milei con el alineamiento hacia los Estados Unidos.
“Contemplando los 3900 millones de dólares estimados para el último trimestre del 2025, el sector cerraría el año con un total de 36.000 millones aportados (una parte importante se fue al contado con liquidación), quedando como el tercer mejor registro sólo por detrás de los años 2021 y 2022 en los que los precios internacionales se encontraban en niveles sustancialmente más elevados que los actuales”, puede leerse en un reciente informe de la BCR.
Lo que queda de la soja
Como era de esperarse, fueron pocos los productores que gozaron de las mieles de un esquema de retenciones cero. Cuando se decidió aquella medida, el precio en la pizarra de Rosario se había ubicado en los 505.000 pesos la tonelada. Pero con el correr de los días, se les empezó a pagar cada vez menos hasta los 475.000 pesos según lo registrado por el sistema SIO Granos.
“La pizarra llegó a superar los USD 360/t el 22 de septiembre, y luego promedió USD 348 la tonelada hasta la semana pasada, durante estos últimos cinco días la pizarra osciló entre los USD 323 y 324, un 7% por debajo. Estos factores llevaron a mermar la comercialización, que promedió de 58.000 toneladas diarias”, agregaron desde la BCR.
Durante septiembre, la soja comercializada llegó a las 9.947.792 toneladas; durante octubre, los contratos fueron por apenas 5 millones de toneladas, la mitad de lo comercializado un mes atrás. Esta fluctuación también se apreció con las declaraciones juradas de ventas al exterior: durante octubre se inscribieron apenas 299.000 toneladas de soja.
Al 15 de octubre, ya se habían comprometido 38 millones de toneladas de soja en el mercado local, el 77% de la producción estimada para esta campaña. Sin tener en cuenta las últimas dos grandes sequías (2022/23 y 2017/18), fue el avance de compras proporcional más importante en los últimos catorce años a partir del efecto retenciones cero por 72 horas. ¿Quién habrá sacado la mayor tajada de este negocio?
Con estos guarismos sobre la mesa, aún restaría por venderse cerca del 23% de la actual cosecha; es decir, unos 12 millones de toneladas valuadas en casi 4000 millones de dólares.
El Destape
