Xu Zewei, un ciudadano chino de 33 años, fue arrestado en Italia a pedido del gobierno de los Estados Unidos, en el marco de una investigación sobre ciberataques contra investigaciones estadounidenses sobre el COVID-19, el virus creado por el régimen chino en un laboratorio en Wuhan.
Xu es un espía del Partido Comunista Chino (PCC) que está acusado de haber hackeado a universidades, así como a especialistas en inmunología y virología dedicados al desarrollo de vacunas, tratamientos y pruebas contra el virus, según informaron funcionarios del Departamento de Justicia (DOJ).
A través de un comunicado oficial, el DOJ indicó que los cargos contra Xu se enmarcan en una serie de denuncias que apuntan al presunto uso, por parte del régimen chino, de una red de compañías privadas como fachada para realizar actividades de espionaje cibernético, con el objetivo de obtener información confidencial sin dejar en evidencia la participación estatal.
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La acusación formal también alcanza a Zhang Yu, quien sería cómplice de Xu. Ambos fueron detenidos en Italia el pasado 3 de julio, de acuerdo a lo informado por el DOJ. La imputación incluye nueve cargos y fue presentada ante el tribunal del Distrito Sur de Texas.
Según la acusación, Xu actuaba bajo las órdenes de la Oficina de Seguridad del Estado de Shanghái (MSS Shanghai State Security Bureau – SSSB), y los ataques informáticos habrían tenido lugar entre febrero de 2020 y junio de 2021.
A comienzos de 2020, en plena expansión de la pandemia originada por China, Xu y otros actores cibernéticos no identificados por el Departamento de Justicia atacaron diversas universidades estadounidenses con la intención de robar “investigaciones pioneras” relacionadas con la COVID-19, según informó Brett Leatherman, subdirector de la División Cibernética del FBI.
Estos ataques habrían aprovechado fallas de seguridad en los servidores de Microsoft Exchange, como parte de la campaña de ciberespionaje global conocida como “HAFNIUM”, que comprometió miles de sistemas informáticos en todo el mundo.
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La investigación posiciona a Xu como un hacker experimentado que, durante la ejecución de estas intrusiones, trabajaba para la empresa Shanghai Powerock Network Co. Ltd. (Powerock). Entre los delitos que se le atribuyen figuran fraude electrónico, acceso ilegal a sistemas informáticos protegidos, daños deliberados a equipos informáticos y robo de identidad agravado. El Departamento de Justicia subrayó que Zhang Yu, también acusado, continúa prófugo.
En una declaración oficial, el fiscal federal del Distrito Sur de Texas, Nicholas Ganjei, sostuvo: “La acusación formal alega que Xu pirateaba y robaba información crucial sobre la COVID-19 a instancias del gobierno chino, mientras este mismo gobierno ocultaba simultáneamente información sobre el virus y sus orígenes”.
Ganjei agregó que la Fiscalía del Distrito Sur de Texas “lleva años” esperando para procesar a Xu. “Ese día está a la vuelta de la esquina. Como demuestra este caso, aunque lleve años, rastrearemos a los piratas informáticos y les haremos responder por sus crímenes. EEUU no olvida”, concluyó.