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Boom importador: consecuencias y debates

Este jueves 17 de julio, el INDEC difundió datos del intercambio comercial de bienes que muestran un aumento elevado de las importaciones. En el acumulado del primer semestre de 2025, las importaciones crecieron 34,6 % con relación al mismo mes de 2024.

En este resultado inciden, fundamentalmente, el dólar barato, pero también la quita del Impuesto País desde fines de 2024, y otras medidas del Gobierno de Javier Milei para impulsar la apertura comercial del país.

Si bien las exportaciones también crecieron durante el primer semestre, lo hicieron muy por detrás de las importaciones: aumentaron apenas un 4 %. Es decir que las importaciones crecieron a un ritmo nueve veces superior al ritmo de crecimiento de las exportaciones.

A pesar de esta dinámica, durante el primer semestre todavía se registró un superávit comercial que alcanzó los U$S2.778 millones. Pero este superávit se derrumbó un 74 % con relación al observado en el primer semestre de 2024, que fue de U$S10.742 millones.

Hay que ver si la tendencia al deterioro del superávit comercial se sostiene debido al atraso cambiario que aún existe, aún con la escalada del dólar de las últimas semanas, o se revierte por freno o caída del consumo local. Algo de esto último se observó en el dato puntual de importaciones de junio, que mostraron un leve retroceso en relación a mayo.

En el desagregado por uso económico, si bien la mayoría de las categorías aumentan, se destaca el aumento de las cantidades importadas de los bienes de consumo que fue de 69,3 % durante el primer semestre.

Algunos estudios destacan el aumento en la importación de electrodomésticos como heladeras y lavarropas. Pero también aumentan las compras tecnología, zapatillas y ropa en el exterior a través del servicio de “courier”. Aunque en términos relativos los números son bajos, estas compras crecen a un ritmo elevado.

Este es el repaso de los principales números macro del comercio exterior. Pero también es importante observar qué consecuencias concretas tiene el aumento de las importaciones.

La Fundación Proteger, que representa los intereses de los empresarios textiles, señalan que en las ventas locales de textiles los bienes importados superan los que se producen en el país.

Esto se expresa en números de producción local muy bajos: aunque los datos del período enero-abril muestran crecimiento en la producción de indumentaria del 12,8%, este resultado se debe a que el período de comparación es contra 2024, que fue muy malo. En cambio, cuando se compara con 2023, la producción textil está 5,9 % abajo.

Esto también se manifiesta en que la capacidad instalada utilizada está en el 43 %. En esta situación, los empresarios descargan los costos sobre trabajadores: en la industria textil, se cuentan más de 10 mil despidos en el último año.

Esta semana, la multinacional Kenvue, que hasta ahora producía las toallitas descartables Siempre Libre y Carefree, además de la línea líquida de Johnson’s Baby (shampoo, aceites y colonias), anunció que dejará de producir algunas líneas en la Argentina para empezar a importar desde Brasil. Y en su planta de Pilar quedará un centro logístico y de control de calidad.

La decisión de Kenvue, como la de otras multinacionales que retiran parte de su producción de nuestro país, responde a una reorganización de sus operaciones globales en una situación crítica, pero, no obstante, es claro que el atraso cambiario y la pérdida de competitividad de la industria local inciden que se retiren de Argentina.

Existen varios debates sobre el aumento de las importaciones. El gobierno defiende la apertura económica porque dice que disciplina los precios internos y favorece al consumidor. Pero los consumidores en su mayoría son también trabajadoras y trabajadores que no pueden llegar a fin de mes. Como sea, es claro que la apertura comercial tiene un objetivo disciplinador, pero no sobre los precios, sino sobre la clase trabajadora que es amenazada con la desocupación.

Por otro lado, sectores del empresariado local piden medidas de protección frente a las importaciones y algunos gobernadores, como Axel Kicillof o Maximiliano Pullaro, denuncian la apertura indiscriminada haciéndose eco de empresarios que se encuentran entre los que más evaden y hacen fraude laboral a sus trabajadores.

En este debate, como en otros, es necesario tratar de elevar la mirada por encima de esas dos opciones que son malas para los que viven de su trabajo.

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