InicioSociedadBarrios: El pescado más buscado es el sábalo, pero también otras especies

Barrios: El pescado más buscado es el sábalo, pero también otras especies

Con la llegada de Semana Santa, la costa del río Paraná se transforma. En el barrio San Pedro Pescador, el movimiento se intensifica: familias preparan sus puestos, se alistan las redes y las canoas vuelven a marcar el ritmo de una tradición que resiste al paso del tiempo. Walter Barrios, pescador y referente de la comunidad, compartió su mirada sobre el presente del sector, las dificultades económicas, la venta de pescado y la necesidad de cuidar el recurso.
«En esta fecha, todos quieren comer pescado. Lo que más busca la gente es el sábalo, aunque hay también armado, moncholo y patí, pero el sábalo es el que más sale», comentó Barrios. Sin embargo, el precio no es accesible para cualquiera: «El kilo está entre 13.000 y 16.000 pesos. Algunos prefieren el armado, que es más económico».
En diálogo con La Voz del Chaco, Barrios remarcó que muchas familias del barrio viven de la pesca: «Cada dos o tres casas hay una familia que vende pescado. La mayoría pesca con riel y canoa. El espinel se usa poco, son contados los que lo manejan». La venta no se concentra únicamente en la Semana Santa. «Durante el año hay épocas en que se pesca más o menos, pero en general se mantiene. Vienen compradores de Santa Fe, Rosario, hasta de Paraguay, y algunos mandan lo que pescan a frigoríficos».
La actividad tiene una regulación parcial: «Muchos pescadores están registrados con su licencia de pesca, pero hay quienes no. Se trató de implementar el monotributo social, pero a muchos les cuesta entender ese sistema. Lo que sí se paga es la licencia, y algunos aportan a asociaciones», explicó.
Barrios detalló cómo es una jornada típica: «No hay horario. Algunos arrancan de madrugada y hacen cola en el río para salir por turnos. Se pesca y se vuelve a formar fila. Si hay suerte, podés sacar 13 kilos por día, pero no siempre es así. A veces el pescado sale de día, otras de noche, y otras no sale».
Respecto a la conservación, reconoció que cuando hay mucha pesca, se recurre al acopio: «Muchos tienen freezer, otros venden a los acopiadores que tienen más capacidad de almacenamiento».
Sobre la cantidad de pescadores, estimó: «En la provincia debe haber unos 600 o 700, de los cuales están registrados alrededor de 450. Si el pescador es ordenado, alcanza para vivir, aunque es una vida sacrificada».
Barrios subrayó que la pesca artesanal requiere equipamiento: «Hay que tener herramientas en condiciones, chaleco salvavidas, botas, equipo de agua. Si no, es peligroso. El río puede ser traicionero».
Además, se refirió al sistema de veda: «Tenemos una veda extendida sábado y domingo, que respetamos. El fin de semana dejamos el río más libre para el turismo».
Consultado sobre posibles restricciones, fue claro: «Algunos quieren poner un cupo, como máximo tres sábalos por día, pero no es así de simple. A veces tirás la red tres veces y no sacás nada. No se puede poner un límite cuando el río decide si da o no da».
Finalmente, Barrios hizo un pedido: «Necesitamos más apoyo, tanto a nivel provincial como nacional. Que se reconozca nuestro trabajo y se invierta en la pesca artesanal, que es parte de nuestra cultura y sustento de muchas familias».

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