En el Salón de Grandes Juicios se desarrolló una nueva jornada de la audiencia de debate seguida contra Gimena Antonia Núñez, imputada por encubrimiento agravado y falso testimonio en concurso real.
Núñez era jefa de policía y fue acusada luego de declarar como testigo en el juicio que se llevó a cabo en mayo de 2019, por el homicidio de Cintia Vanesa Fernández.
El juicio se lleva a cabo con tribunal colegiado integrado por los jueces de la Sala IV, María Cecilia Flores Toranzos (presidenta), Gabriela Romero Nayar y Marcelo Rubio (vocales interinos).
Hoy declaró personal de la Unidad de Investigación de la UGAP y un amigo de Cintia Fernández que en los albores de la investigación fue imputado como presunto responsable del homicidio.
Este testigo fue consultado sobre el accionar policial que derivó en su acusación e inmediata detención. Dijo que el mismo día del hallazgo del cuerpo de Cintia en su domicilio de Parque la Vega lo llamó la madre de la joven porque sabía que él era su amigo. Dijo que no recordaba exactamente las palabras que había usado Ana Fernández para comunicarle la noticia, pero mencionó que él entendió que había sido un suicidio.
Al llegar al lugar –continuó relatando el testigo- se quedó en el hall del edificio acompañando a la madre de la víctima, que también estaba allí. Sostuvo que nunca entró al departamento ni vio el cuerpo de Cintia.
Había policías y peritos. En un momento se le acercó un hombre y le preguntó si conocía a la víctima. Él explicó que era su amigo y dos efectivos de civil le indicaron que debía ir a la Brigada para dar una declaración testimonial. Así lo hizo. Contó que estando en la sede policial le comunicaron que por orden del juez le iban a tomar declaración como acusado y le hicieron preguntas sin presencia de un abogado.
El testigo explicó que al momento del hecho mantenía con Cintia una relación de amistad y solía visitarla. Dijo que tiempo atrás sí habían sido pareja.
En la Brigada le secuestraron el celular, las zapatillas que calzaba y unas llaves. Durante el interrogatorio le preguntaron su dirección. Luego supo que personal policial había ido a revisar sus pertenencias y se habían llevado un pantalón que él no usaba desde hacía tiempo porque tenía una mancha –como de grasa- que no salía.
Acerca de las zapatillas secuestradas indicó que eran blancas y que tenían manchas de suciedad propias del uso, ninguna que pareciera sangre. Dijo que cuando le dijeron que las entregara lo hizo sin resistirse porque no tenía nada que ocultar.
El testigo recordó que ese mismo día quedó detenido. Lo llevaron a una comisaría en el centro y luego a la Alcaidía, donde permaneció dos o tres días.
Por el Ministerio Público interviene el fiscal penal 2, Ramiro Ramos Ossorio. La defensa de la acusada está a cargo de Juan Casabella Dávalos. Pablo del Pino actúa como querellante en representación de Ana Fernández.
La imputada era integrante de una unidad de la Brigada de Investigaciones cuando ocurrió el homicidio de Cintia Fernández. Se la acusa de intentar desviar la investigación en relación a la responsabilidad del expolicía Mario Federico Condorí, quien fue condenado a 23 años de prisión efectiva como autor del crimen.